El muro de la ilusión

Hoy soñé con el pasaje donde solía vivir. Un pasaje angosto y largo con pocos arboles, una calle de cemento gris rodeada de casas y al final de la calle, un terreno valdío de tierra clara y sucia.

En mi sueño vi una muralla roja de ladrillos, casi al llegar al final del pasaje. Se encontraba al lado de la última casa, casa que estaba adyacente al terreo valdío. Me llamó la atención haber visto el muro, el cual miré sin parpadear durante unos 3 minutos, luego mi atención fue interrumpida por unos niños que jugaban frente a la casa de una de mis vecinas. Eran niños de 7 u 8 años, y tenían una destreza inigualable con unas esferas blancas, parecidas a las de tenis de mesa...¡era impresionante! Hasta que uno de ellos se cayó y comenzó a llorar, corrí a ayudarlo pero me dí cuenta de que al correr, no llegaba a ningun lado, la distancia entre el niño y yo era siempre la misma, no importa que tan rapido corriera.

"El muro" pensé y dejé de correr. El niño se paró como si nada y desapareció entre los postes.

Volví mi mirada a la hipnotizante muralla y me encontré con muchas, no, muchisimas fotos pegadas en ella. Cada una con un recuerdo de mi infancia, entre mis caídas en bicicleta e imagenes de dibujos animados como el Pato Lucas y Bugs Bunny.

Habían fotos de mi familia y amigos, actuales y antiguos, era mi vida en ese muro, y al final, la última foto de la muralla era una foto de mi durmiendo en una cama, con la misma ropa con la que me acosté anoche.

Era precioso! Una genialidad de homenaje, estaba completamente asombrado por lo que veía, pero al parpadear mi sorpresa fue aún mayor.

Todas las fotos desaparecieron, y en su lugar aparecieron juguetes holográficos que se movían como por arte de magia.

Había de todo, legos, barbies, caballeros del zodiaco, transformers, triciclos y un montón de otros que lamentablemente, mi frágil memoria de anciano no puede recordar.

Me dí cuenta que esos juguetes tenían algo en común, ya que reconocí a varios, pero no a todos. Creo que muchos de ellos eran míos, y el resto de mis amigos ó eran juguetes con los que soñaba tener.

Yo era el vinculo que los juguetes tenían, me dí cuenta luego de un rato, y una vez que me acerco a ver el show que tenían los entes de plástico, se hicieron pedazos, ¡todos y cada uno de ellos!.

Sentí como mis pupilas se dilataban, corrí hacia ellos y traté de rearmarlos, pero no eran más que hologramas...me llenó una pena terrible que me obligó a parpadear nuevamente.

Los pedazos desaparecieron a medida que yo cerraba mis ojos, y una figura femenina adornó el rojizo muro.

Era una mujer de espalda tomando una ducha. Era de tez morena, más blanca que morena, de pelo corto y negro. Lo que más me llamo la atención (aparte de su espectacular trasero, no nos vamos a hacer los "weones" a estas alturas) fue su tatuaje en la esquina superior derecha de su perfecta espalda.

Era identico a mi tatuaje, exactamente el mismo, el ojo en llamas de Lateralus. Traté de hablarle, pero la voz no me salía, y comencé a pensar que ese era el destino que el muro de la ilusión tenía para mi...observar.

Idiotizado levanté mi brazo dormido en dirección a la mujer y de inmediato se dió vuelta, de la nada estaba vestida con una túnica blanca. Al verle la cara me atravezó un miedo indescriptible, sentí que mi cuerpo se paralizaba, no podía mover niun solo musculo, traté de mirar hacia otro lado pero mi cuello no respondía. Pensé: "Si parpadeo el muro pasará a la siguente etapa de esta maldita pesadilla y estaré más cerca de despertar". Ahora que lo pienso, tenía lógica, pero no funcionó. Al igual que mi cuello mis parpados tenían vida propia y cada vez que trataba de cerrarlos se burlaban de mi.

La mujer estaba ya a 10 o quizás 20 centímetros. No puedo decir que mi mirada chocaba con la suya, porque su mirada destruía la mía por completo.

Al estar lo suficientemente cerca de mi, y sin dejar de mirarme a los ojos giró un poco la cabeza y me dijo: "Es una idiotez que le temas a tu voz interior. Soy yo quién crea para ti, no eres más que una marioneta".

¿Qué mierda quiso decir con eso?

No tengo idea, pero me dieron ganas de decirle que no hace muy bien su trabajo. Perra...me mira un poco más y me meo.

Creo que llevaba bastante tiempo parado frente al muro, porque llegó una de las vecinas a verme. Recuerdo muy bien a esa señora, era la tía Laura, siempre se portó bien conmigo.

-Felipito, ¿Qué pasa hijo?

-Tía, por favor digame que usted ve lo que yo estoy viendo.

-Hmmmm hahahaha, eso depende, Feli...el muro te muestra lo que la mente desecha, aquello que no quieres recordar, este muro es tu verdugo emocional.

Miré a la mujer de la muralla y le dije a la tía Laura: "Eso no tiene sentido".

La tía Laura ya no estaba. En su lugar estaba el niño que desapareció entre los postes tomando mi mano.

Ese niño era yo...no se parecía a mi, pero lo sentía, era yo.

Sus manos sangraban, y tenía los ojos brillantes, por llorar supongo. El niño me miró y me dijo: "No tengas miedo cabezón, todo lo que aquí ves es tuyo y su existencia sería imposible sin ti....trata de aprender".

Gracias a el volví a parpadear. El muro era ahora parte del terreno valdío, y el cemento gris del pasaje no era más que tierra y piedras pequeñas.

Miré hacia la otra dirección del pasaje y ya no había nada...solo tierra desiertica.

Una construcción se elevaba entre la nube de polvo que levantó un fuerte viento, construcción que reconocí al dar unos cuantos pasos...era mi vieja casa.

A medida que caminaba, mil recuerdos azotaron mi cansado cerebro, la mayoría de esos recuerdos eran feas memorias de mi patetica infancia.

Llegué a la puerta y no quise entrar, me dije: "Esta ya no es mi casa" .

"Exacto" me dijo un coro de voces proveniente desde atrás. Me dí vuelta y estaban en fila, la mujer del tatuaje, el niño y la tía Laura. De fondo el pasaje intacto, cada casa con su árbol, sus ventanas con cortinas y los autos de mis vecinos estacionados afuera de cada casa.

Corrí desesperadamente hacia el muro de la ilusión, y a lo lejos ví unas letras blancas en el.

"We'll meet again" (Nos volveremos a ver)

Y desperté... de cieta forma aliviado, un poco asustado, creo que faltó algo que mi mente pasó por alto.

Creo que hay algo más....

Espero les haya gustado mi relato, el sueño existió, y a grandes rasgos es esto. Hay muchas partes que nacieron de mi imaginación, con el fin de entretenerlos un rato.